domingo, 16 de diciembre de 2012

259. CARTA DE SAN JOSÉ



Esta carta de san José la hemos recibido en el programa de RTVD de Toledo y hoy la transcribo para todos vosotros.

Queridos amigos de la ASAMBLEA DE LA CARPINTERÍA.

Os escribo para contaros lo que pasó con la cuna.

La semana atrás, llegó uno de los soldados romanos y en la plaza de Nazaret nos dijo que el César había decretado hacer un censo general del Imperio y que, según nuestras costumbres judías, cada quien tenía que marchar al lugar de nacimiento para censarse...

No os puedo ocultar que me enfadé. María a punto de dar a luz, la casita bien dispuesta y la cuna preparada... Después de aquellas críticas que tuvimos que sobrellevar quería hacer una fiesta de amigos donde todos nos diéramos la paz...

María siempre atenta al corazón de la gente y al mío también, habló conmigo: ¡José cuando no entiendas algo, guárdalo en tu corazón y con tu reflexión y con la luz de la Palabra encontrarás la respuesta y si no la encuentras, encontrarás la paz y el amor!

¡Qué maravilla es esta señora mía! Así las cosas, acepté de buen grado el consejo de mi esposa y aunque soy reacio a los romanos, si lo decía María, allá íbamos de cabeza. Porque el Señor me ha concedido ser obediente.

Hemos preparado todo, el amigo Saúl me ha dejado el borriquito que tiene para llevar a María. Ella ha preparado el bulto con los pañales y alguna ropita para el niño, la abuela Ana le había hecho una abriguito de lana que es una maravilla y su tía María la de Cleofás le ha preparado una mantita de cordero que calienta muy bien.

Vamos a la aventura porque mi padre Jacob murió hace ya tiempo en Belén. De mis hermanos sólo vive allí el que se quedó con la carpintería de mi padre, los demás se fueron a la capital. Tengo también allí un primo posadero que espero nos dé albergue. En fin. Ya os contaré.

La cuna no la puedo echar en el borriquillo que bastante peso lleva.

Yo le digo a María que lo mismo nos da tiempo volver a Nazaret para el parto. Pero ella dice que no, que se va a cumplir el tiempo en Belén.

Y allá vamos ¿vendréis a Belén a ver al niño? Ya sabéis que el Ángel me dijo que le ponga por nombre Jesús. Será un  Jesusito precioso.

¡Que el Dios de las promesas os bendiga!

Vuestro siempre, José de Belén, el carpintero.

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