lunes, 10 de diciembre de 2012

258. LOS PEQUEÑOS



El grupo de niños y niñas que comienzan la catequesis de iniciación a ser cristianos en la parroquia es un mundo inagotable de anécdotas sobre lo religioso.

Ellos enfocan la información que reciben desde su lógica la que conocen y comprenden y nos sorprenden con sus preguntas o sus respuestas.

LA PILA

Está la catequista mostrándoles la pila del agua bendita a la entrada de la Iglesia (los primeros días vamos enseñando las cosas de la iglesia donde ellos se van a reunir todas las semanas).

- ¿Qué es lo que hay aquí?
- Agua
- Pero ¿es un agua normal?
- No, dijo un niño, es agua sagrada.
- Decimos agua bendita, dijo la catequista.
- ¿Y esto que contiene el agua, ¿qué es?
   Silencio de sana ignorancia.
- Se llama pila.

Entonces uno de los niños se alzó con una explicación razonada: ¡Ah! Claro y cuando se termina el agua es que se ha acabado la “pila”.

LA CREACIÓN

Los papás dan catequesis en casa a sus hijos de vez en cuando, según lo programamos todos juntos. Hablando de la creación, los niños tenían que colorear un dibujo en el que aparecían diversos animales y cosas creadas: pájaros, árboles, el río, las montañas, las nubes, las flores, el caballo, el gato, el hombre y la mujer.

Cuando estaba dando color uno de los niños, su madre le explicaba que todo eso lo había creado Dios. Él comenzó a contar las cosas y contó doce. Le dijo a la mamá: Entonces, ¿ha creado estas doce cosas? No, dijo la mamá, ha creado todas las cosas. Entonces mi pequeño amigo se quedó asombrado y dijo, ¿y se acuerda de todo?

Ya os digo. Pero en esta última respuesta se descubre esa ilimitada forma de sorprenderse que tienen los niños. Con esa capacidad descubren que Dios es más que doce cosas, que Dios es grande y que no lo podemos calcular y que Dios que es tan grande, cuida como un Padre, con detalle, de todos nosotros.

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