El
patio de mi casa es particular. Ahora estoy disfrutando de perfumes. Los hay de
verano y calor, calor, como éstos que os presento.
DON DIEGO
DE NOCHE. Es muy popular y mira por donde, nos vino del trópico: México – Perú.
Tiene muchos nombres ahí van: Dondiego de noche, Galán de noche, Don
Diego de noche, Bella de noche, Don Pedros, Pericos. Por mi pueblo
se le nombra como Galán de noche. No
es fotófaga sino al contrario le tiene manía a la luz. Cuando cae la tarde se
abre y perfume y cuando llega el alba se duerme y deja de cantar.
Se
esparce muy fácilmente y en el caso de mi patio casi, casi no necesita agua, ni
en el máximo calor.
YERBABUENA.
Es muy popular en mi entorno, se la utiliza para perfumar principalmente, pero
también como condimento. Es muy popular poner unas hojas de yerbabuena en la
sopa del cocido. O saquitos de tela con hojas de yerbabuena en el armario.
Por
esta tierra se toma como infusión para los gases intestinales y para la vesícula
porque activa la producción de bilis y eso quiere decir que limpia el hígado.
Pero
lo que me atrae es su olor intenso y fresco. A veces, en la tarde huele como a
gominolas y me trae el recuero de nuestros pequeños, a veces limpia la nariz y
me produce frescor y ánimo. Cuando Dondiego se cierra comienza a perfumar la
yerbabuena en la mañana fresca. Ya veis un equipo que colabora bien.
HINOJO.
El olor a anís es muy popular en estas tierras, crece a la vera de los caminos
y de él se hacen infusiones. Muchas gentes que caminan por el campo toman un
bastoncito de hinojo y lo van masticando mientras caminan.
En el
patio aroma más bien cuando hace calor. A media tarde, sobre todo en los meses
de julio y agoto. Ya se ha secado. Y así continua perfumando el patio cuando la
yerbabuena se agota por el sofoco del sol.
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