domingo, 16 de septiembre de 2012

248. DONDIEGO, YERBABUENA, HINOJO



El patio de mi casa es particular. Ahora estoy disfrutando de perfumes. Los hay de verano y calor, calor, como éstos que os presento.

DON DIEGO DE NOCHE. Es muy popular y mira por donde, nos vino del trópico: México – Perú. Tiene muchos nombres ahí van: Dondiego de noche, Galán de noche, Don Diego de noche, Bella de noche, Don Pedros, Pericos. Por mi pueblo se le nombra como Galán de noche. No es fotófaga sino al contrario le tiene manía a la luz. Cuando cae la tarde se abre y perfume y cuando llega el alba se duerme y deja de cantar.

Se esparce muy fácilmente y en el caso de mi patio casi, casi no necesita agua, ni en el máximo calor.

YERBABUENA. Es muy popular en mi entorno, se la utiliza para perfumar principalmente, pero también como condimento. Es muy popular poner unas hojas de yerbabuena en la sopa del cocido. O saquitos de tela con hojas de yerbabuena en el armario.

Por esta tierra se toma como infusión para los gases intestinales y para la vesícula porque activa la producción de bilis y eso quiere decir que limpia el hígado.

Pero lo que me atrae es su olor intenso y fresco. A veces, en la tarde huele como a gominolas y me trae el recuero de nuestros pequeños, a veces limpia la nariz y me produce frescor y ánimo. Cuando Dondiego se cierra comienza a perfumar la yerbabuena en la mañana fresca. Ya veis un equipo que colabora bien.

HINOJO. El olor a anís es muy popular en estas tierras, crece a la vera de los caminos y de él se hacen infusiones. Muchas gentes que caminan por el campo toman un bastoncito de hinojo y lo van masticando mientras caminan.

En el patio aroma más bien cuando hace calor. A media tarde, sobre todo en los meses de julio y agoto. Ya se ha secado. Y así continua perfumando el patio cuando la yerbabuena se agota por el sofoco del sol.

Ya veis la maravilla de las plantas sencillas que alegran los días y perfuman el corazón.

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