Es una
receta rápida y refrescante que hago en verano. Tengo la impresión de que hay
tantos tipos de gazpacho como cocineros. Ahí va.
En un
plato sopero se colocan dos rebanadas de pan tostado. Encima se colocan dos o
tres tomates pelados de bote. Se trocean. Después se pica media cebolleta y se
añaden unos dados de pepino. Por último se pica fino un huevo duro.
Así
preparado se añade lo esencial: un chorreón de aceite de oliva del bueno, un
chorrito de vinagre y sal al gusto, mejor poca. Luego se añade agua fría, fría,
se agarra la cuchara con ganas y a comer.
Por la
noche me sabe a gloria, me refresca y me descansa.
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