El
ordenador o computadora ya sabéis que puede ser fijo o portátil entre otras
variedades. Desde hace seis años y tres meses tengo este portátil. Buen
compañero. No se ha puesto enfermo en todos estos años (claro que lo tengo bien
vacunado) siempre ha respondido a mis demandas (excepto en esta última
temporada) y guarda montón de tesoros que ni yo mismo recuerdo.
Pues
bien, el jueves pasado me senté en la mañana para comenzar el trabajo con el
portátil de ayudante. Ya venía muy lento. Había veces que se tomaba quince
minutos para comenzar a trabajar. Y yo sabía la causa: después de seis años se había
acumulado demasiada basura. En octubre pasado pedí presupuesto para que me lo
limpiaran, pero ante los 400 € que me pidieron desistí.
Pero
he aquí, que el buen portátil está bien equipado.
El
jueves como os digo, lo encendí, esperé pacientemente su artrosis reumática” y
cuando me disponía a comenzar apareció un mensaje: El disco duro tiene poco espacio interior. Si desea eliminar archivos
que no utiliza o muy antiguos haga clic aquí.
Por
supuesto, hice clic allí y comenzó una rutina de limpieza.
¿Qué es
lo que hace ese comando limpiador? Primero va eliminando todo aquello que no se
utiliza o se ha ido acumulando en los días (archivos temporales, etc) Luego
despacio, despacio, va recolocando los programas y archivos que quedan para que
el espacio se pueda medir fácilmente. Luego da un repaso ordenando lo que hay.
En
fin, todo eso yo lo sabía pero no lo había visto funcionar. Claro que como ya
habéis comprendido el portátil se tomó su tiempo. Yo le calculé hasta las cinco
de la tarde. Pero, no. A las tres había terminado.
Después
comencé yo (unas dos horas). Una serie de programas que utilicé hace años y que
no voy a utilizar ahora. Sobre todo los que utilizaba para diseñar la revista
SEMINARIOS y enviarla a la imprenta. Unos programas pesados y muy buenos que utiliza
la misma imprenta y que tuve que aprender para que todo fuera correcto.
En
fin, me habéis comprendido. A eso le he llamado retiro. Quizá por la necesidad
que siento de descanso. Pero es un buen
modelo de retiro:
-
Repasar lo vivido y ver qué
debo dejar y qué debo eliminar.
-
Quitar de en medio ideas y
sentimientos que me fueron buenos hace años pero que ahora no tienen sentido.
ESTOS PUNTOS ME PREDISPONEN PARA EL SILENCIO Y EL ENCUENTRO CON
DIOS.
-
Ordenar todo y dejar el
espacio útil para comenzar de nuevo, recibiendo vivencias, solidificando
experiencias, creando sueños.
-
Celebrar con gozo la aventura
de vivir de la fe.
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