JULIÁN. Por mi parte había amanecido desganado. El día nublado y oscuro me estaba afectando bastante. Pero vino Julián. Es un buen hombre de 74 años, jubilado. Fue jardinero de profesión la última parte de su vida en la finca E Castañar. Y le había enseñado el patio de la casa parroquial hace tiempo. Había pensado poner un seto en la linde de una pequeña zona encementada, que tiene un granado en el centro, al podó Julián, junto a la casa. Él me aconsejó que pusiera aligustres japoneses porque son muy frondosos y enseguida hacen seto. Me indicó incluso, el sitio para comprarlos más baratos. Así lo hice y cuando tuve las doce matas de aligustre les llamé.
Estaba el patio con las yerbas crecidas, pero mucho. Se disgustó al ver el panorama y echó toda una retahíla de maldiciones a las malas hierbas. El resumen es que Las malas hierbas crecen sin cultivarlas, las buenas son pocas y tienen mucho trabajo. La verdad es que me pareció una máxima educativa muy cerca de nuestro ambiente rural.
Mª JOSÉ. Es la pescadera. Casada con Felipe de Cuerva tienen dos hijos y llevan la pescadería de maravilla. Cuando me acerco algún martes o algún viernes que es cuando va Felipe al mercado de Madrid a por la pesca, me regalan siempre algún pescado sabroso. Aunque me cuesta, me dejo querer. Tienen un puesto de pescado en el mercado de Mazarambroz, el pueblito vecino.
Estaba limpiando la tienda, la puerta, los cristales y la saludé, ¿Qué tal Mª José? Ella me dijo que muy bien y me respondió: ¡Qué bien ver a este cura tan guapetón! ¡Oye, como agradan estas cosas, como se consuela el corazón!
JONY. Es una de los electricistas de pueblo. Les había llamado porque un lampadario y otras cosas no funcionaban en la iglesia. Cuando fue terminando el trabajo le pregunté cómo se llamaba y me dijo, Soy Jony el padre de Nacho. En ese momento me acordé que lo conocía. Nacho tienen dos años y al nacer tuvieron que cambiarle la médula en el hospital público de Sevilla, para ello la gente del pueblo, las asociaciones, se organizaron en varios actos para darles un buen donativo y con él poder afrontar la operación. Fue un éxito y Nacho sigue bien, aunque le pillan todos los virus, como me decía su padre.
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