![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2CdIsz9xHX0gXY9oQbK1LRUknb1pcTqZdZs_MEbmAOiw17tu4IuTguD_Poi7HLQ4c54N85y37c11SoF3JLIzDDdsQt5Mi79jo_li0LMF-nsd6ijrnzI67GlNq-KZ0slZTKDeU5IQTv9_4/s400/P1000915%2528P%2529.jpg)
El patio se me ha llenado de emoción. Hace unos días descubrí a un jilguero por la mañana sobre las 9, en un alambre de colgar la ropa. Incluso le eché una foto que os muestro hoy.
Pero hace dos días mi sorpresa fue en aumento. Después del desayuno me pongo a rezar el oficio de lecturas y las laudes. Y justamente enfrente por el cuadrante alto de la reja, en la ventana estrecha, vi a la pareja de jilgueros retozando entre pámpanas verdes y tiernas. La oración continuó por esos rumbos, que el Espíritu es el que manda.
¡Qué emoción! La pareja de jilgueros había elegido el patio y la parra que me acompañan para hacer su nido y traer nuevos pollitos.
Tanto lo he disfrutado que a la pareja de jilgueros y a lo que venga, les he dedicado un soneto que aquí os regalo.
JILGUEROS
Por el buraco claro de la parra
entra resplandor verde y algodones
en pareja de jilgueros. Balcones
nudosos para el canto y la guitarra
que acalla sierro ruin de la cigarra.
Horquetas acunan suaves mechones
nacarados y húmedos plumones.
El nido se mece, joya de arras.
El macho en el alambre se cimbrea.
La niña, frota y calienta la aovada.
Ambos cruzan las cabezas pintadas.
El niño a distancia, cantos de padre.
La hembra atisba y reclama gorjeos.
Ambos rinden prontos caracoleos.
¿Os ha gustado?
Pero hace dos días mi sorpresa fue en aumento. Después del desayuno me pongo a rezar el oficio de lecturas y las laudes. Y justamente enfrente por el cuadrante alto de la reja, en la ventana estrecha, vi a la pareja de jilgueros retozando entre pámpanas verdes y tiernas. La oración continuó por esos rumbos, que el Espíritu es el que manda.
¡Qué emoción! La pareja de jilgueros había elegido el patio y la parra que me acompañan para hacer su nido y traer nuevos pollitos.
Tanto lo he disfrutado que a la pareja de jilgueros y a lo que venga, les he dedicado un soneto que aquí os regalo.
JILGUEROS
Por el buraco claro de la parra
entra resplandor verde y algodones
en pareja de jilgueros. Balcones
nudosos para el canto y la guitarra
que acalla sierro ruin de la cigarra.
Horquetas acunan suaves mechones
nacarados y húmedos plumones.
El nido se mece, joya de arras.
El macho en el alambre se cimbrea.
La niña, frota y calienta la aovada.
Ambos cruzan las cabezas pintadas.
El niño a distancia, cantos de padre.
La hembra atisba y reclama gorjeos.
Ambos rinden prontos caracoleos.
¿Os ha gustado?
No hay comentarios:
Publicar un comentario