jueves, 11 de junio de 2015

342. PREMIO VALORES HUMANOS


El sacerdote Antonio Romo Pedraz, de 75 años, fue distinguido ayer con el Premio Castilla y León de Valores Humanos, fallado en Valladolid por la obra social y solidaria que ha desempeñado durante tres décadas en un barrio de Salamanca: simplemente he cumplido con mi deber, dijo a Efe.
He ido cumpliendo con mi deber, consecuente con la vocación a la que me he enfrentado. Es una cosa muy sencilla que hace mucha gente en Castilla y León, explicó Romo, natural de Aldealengua (Salamanca) y que desde hace treinta años desempeña su ministerio en la parroquia de la Santa María de la Asunción, en el barrio de Puente Ladrillo. En esta barriada periférica, de tradición obrera vinculada a los talleres ferroviarios de Salamanca -situada entre el municipio de Cabrerizos y el Alto del Rollo-, ha dedicado su vida a los más desfavorecidos, logrando dar respuesta a aquellos problemas que han ido surgiendo paralelamente a la evolución de la sociedad contemporánea.
Así consta en el fallo del jurado, reunido ayer al mediodía en Valladolid y del que, además del secretario de la Fundación Hombres Nuevos, formaron parte María Purificación Ruiz, embajadora de Investigación contra el Cáncer en Castilla y León; Nicolás Patino, presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Valladolid; y Rufo Sanz, máximo responsable del Banco de Alimentos en Segovia.
Los verdaderos protagonistas de esa obra han sido los propios vecinos a través de un proyecto social que ellos mismos emprendieron, construyeron y por el que lucharon desde 1964 con el apoyo del sacerdote Heliodoro Morales, un gran luchador ya fallecido, para la incorporación de mejoras como el asfaltado, alcantarillado y alumbrado público. La base de todo ello, la ilusión y solidaridad ya estaban allí, en las propias personas, nosotros nos limitamos ayudar, animarlos y acompañarlos un poco: a pesar de las dificultades, es algo muy sencillo, añadió.
La solidaridad, continuó este cura secular, como así se definió, es algo que llevamos dentro, en un momento dado te brota del corazón y, cuando realmente la vives y te lo crees, misteriosamente se contagia.
Antonio Romo, muy agradecido por este galardón, no se plantea la jubilación a sus 75 años de edad. Que se lo pregunten a Santa Teresa, que no tuvo jubilación y fue feliz hasta el final. Hay mucho trabajo todavía por hacer. Es algo que ni siquiera me planteo, razonó con humor.
Este galardón es una de las nueve modalidades de los Premios Castilla y León, sin dotación económica y consistentes cada uno de ellos en una medalla y diploma acreditativos que recibirán sus ganadores en una fecha próxima el 23 de abril de este año, dentro de los actos institucionales del Día de Castilla y León.

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