miércoles, 1 de abril de 2015

335. MÁRTIR



El domingo 15 de marzo ocurrió uno de esos hechos que conmueven el corazón de todo creyente y de todo creyente en Jesucristo.

Un joven paquistaní Akash Bashir, se sacrificó al impedir a un kamikaze entrar en el templo.  El guardián-héroe murió para salvar a los cristianos de Lahore.

Dos jóvenes hacían guardia a la entrada de la Iglesia católica de san Juan, mientras se celebraba la Eucaristía dominical. Al ver a un asaltante que intentaba entrar entre los dos jóvenes se abrazó a él haciendo de escudo con su cuerpo. Murieron diez personas pero la desgracia pudo ser mayor. Se dio cuenta de la carga explosiva que el terrorista llevaba debajo de la cazadora y se abrazó a él. La explosión le ha separado la parte inferior de su cuerpo.


Akash Bashir era un joven antiguo alumno de la escuela profesional salesiana situada en el barrio de mayoría cristiana de Yuhannabad. Se abrazó al asaltante, haciendo de escudo con su cuerpo; él perdió la vida pero salvó la de otras muchas personas. Gracias a él el balance de víctimas no ha sido tan terrible como los asaltantes habrían previsto.

Entre tanto, no cesa el clima de violencia e inseguridad en la ciudad. Ayer, después de los funerales, algunas manifestaciones han degenerado en violencia por parte de grupos de jóvenes emotivamente indignados: en las calles, violencia salvaje y vandalismo que a duras penas han podido ser controladas por las fuerzas especiales militares. Estas manifestaciones violentas están haciendo ahora más precaria la seguridad de los cristianos.

El 17 de marzo, un grupo compacto de musulmanes, animados por los altavoces de mezquitas vecinas, han entrado en el barrio cristiano, han tomado la vía principal y apenas han podido detenerlas las fuerzas del orden antes de que entrasen en contacto con el grupo cristiano, alineados en la parte opuesta.

La escuela salesiana permanecerá cerrada hasta que no se garantice totalmente su seguridad; algunos jóvenes ni siquiera pueden volver actualmente a sus casas, a causa de los continuos desórdenes y de la violencia callejera.


Al ser minoría cristiana, hay momentos en que nuestra única esperanza está en la ayuda de Dios y de su Madre María, comentan los Salesianos en Lahore.

No hay comentarios: