Hacía tiempo que no veía a esta pareja y fui a su casa a saludarlos un
rato. Ella tiene 87 años y el 84 y hace tiempo cumplieron las bodas de oro.
Me llamó la atención que ella llevara el brazo izquierdo en cabestrillo.
Así que la conversación recayó sobre el asunto. Se había caído. Mejor dicho, se
habían caído y él había pillado con su cuerpo el brazo de ella. Total, rotura
de cúbito y radio.
Me lo explicaron con todo detalle y entre lágrimas ella dijo: La culpa es suya, y lo miraba con enojo.
Él con la cabeza baja decía, Es mi culpa,
sí, es mi culpa.
Le pregunté si tenía dolores y me dijo que sí, que le dolía mucho.
Al final de la conversación, les dije, Si
hubierais estado a diez kilómetros uno de otro, eso no os hubiera pasado.
Ella se sonrió y le miró a él buscando la mirada, pero él seguía con la cabeza
baja.
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