domingo, 21 de julio de 2013

280. BELIEVE'13


Ahí donde lo ven se trata de un campamento de verano al que los jóvenes de Acción Católica le han puesto nombre inglés en el Año de la Fe, ¡qué bien!

De la parroquia han ido cuatro chavales que serán germen, Dios quiera, de los grupos juveniles. Y les he ido a ver. He estado con ellos quince horas. Os cuento.

Cuando llegué en la tarde, salían de la piscina. Los jefes del campamento y Fernando el sacerdote, me acogieron, me saludaron y me instalaron. Frente a la habitación (varias literas, todo limpísimo) una terraza espléndida sobre el valle y frente a Gredos. Una visión refrescante y sólida de aquel paisaje.

Después la misa. Una maravilla: las guitarras, los 70 niños y niñas y los quince jóvenes monitores. La predicación y la participación de los niños. Sobre todo, emocionante, Jesucristo en medio de nosotros con su Palabra, su Iglesia su Eucaristía.

Luego vinieron las sorpresas. Cena adecuada a los niños y baile. Canciones conocidas por ellos que cantaban. Ritmo y alma de fiesta entre los pequeños. Si alguien no ha visto la alegría de vivir es que no ha visto a nuestros pequeños tan felices. Y más en un mundo triste y bastante sucio.

Luego el juego. Lo de encontrar la punta de obsidiana que detiene a los caminantes blancos. Lo de señalar en el mapa los huevos de dragón y de ir enhebrando pistas para conseguir la espada del rey. Todo esto es un lenguaje que ellos conocen perfectamente.

Se dispersaron por aquel lugar en grupos con sus pequeñas linternas, ¡luciérnagas en la noche! Recordaba los gusanos de luz de las noches en Caracas.

Me senté a verlos ir y venir. Era un espectáculo lleno de imaginación y belleza.

Me fui a dormir en paz cuando a ellos aún les faltaba media hora de juego. El silencio de la tierra en pleno campo nos fue cobijando. . A lo lejos sonaron las campanadas del reloj parroquial de Navamorcuende (Toledo).

1 comentario:

inma dijo...

Muchas gracias por tus quince horas con nosotros, por acercar a los niños hasta Jesús con tu sencillez y por compartir esta forma tan maravillosa de ver las cosas...